Tema delicado si los hay, el día después...
El día después con una chica puede ser increible, si es la primera noche, o puede ser comun, y hasta molesto.
El día después de una noche movida, descontrolada, suele ser tremendo, el cuerpo pasa factura, no responde, solo quiere horizontalidad, y silencio.
El día después de algo que esperabamos mucho puede tender a un estado de tristeza, de desolacion, de no saber que hacer con algo con lo que soñabamos, y pasó.
El día después de una grabación tiene un poco de todo eso. No fue la primera vez, pero siempre una grabación tiene algo especial, algo único, siempre aprendés algo mas, siempre aportás algo mejor. Nunca es como con tu esposa, siempre es algo nuevo, fresco y excitante. Por lo tanto, el cuerpo al día siguiente te pasa factura, mas si sos baterista.
El día después de una grabación no podes pensar en otra cosa que en la misma, y querés escuchar lo que grabaste, y grabarlo de nuevo porque podes hacerlo mejor, o porque se te ocurrió un arreglo nuevo, o por el puro placer de volverte a calzar los auriculares, entrar en la cabina aislada de la batería, y ver por el vidrio tu banda sonando como la puta madre y tu gente mirandote.
El día después de grabar es raro, es medio triste también, si tenes la valvulita del músico en tu cuerpo y en tu alma, entendés que naciste para eso, y no podés pensar en que el lunes la vida empieza de nuevo con otras cosas.
Por suerte, las grabaciones siguen, Los Momia salen a la cancha, y este, su humilde baterista, seguirá siendo feliz. Y seguirá viviendo todas estas sensaciones del día después de grabar rock and roll.
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